El agua es fundamental para la vida, humana y del planeta, y como tal es un derecho humano. Al mismo tiempo lleva consigo un potencial de conflicto y también de cooperación. La UNESCO se ha propuesto promover el agua como catalizador para la paz a través del desarrollo de capacidades, de la investigación y de la asistencia técnica.
Desde el punto de vista educativo hay que resaltar los valores identitarios, paisajísticos, históricos, de salud y lúdicos que acompañan a los sistemas hídricos. La historia muestra cómo las grandes civilizaciones crecieron en torno a ríos, lagos, costas y humedales. Dentro del paradigma de la sostenibilidad, el agua no puede considerarse como un mero recurso, pues es mucho más. En esta tensión entre el recurso y los valores, es donde anidan los conflictos, para los que es preciso educar.
La Fundación Seminario de Investigación para la Paz convoca estas XIV Jornadas Aragonesas de Educación para la Paz, en las que abordará el agua como fuente de cultura y relación.